Jamianne M. Roy, residente en Arizona, Estados Unidos, tiene un testimonio de conversión poco usual. Sucede que Jamianne robó una Biblia de un carro y se convirtió después de leerla.
Jamianne sufría de adicción a la metanfetamina desde la edad de 18 años y robaba dinero y objetos de valor de vehículos para comprar las sustancias ilícitas. En uno de esos robos, creyendo que había robado una laptop, se llevó una Biblia. Cuenta:
La única cosa que robe y que creí que no tenía valor acabó salvando mi vida.
Jamianne se hizo adicta a las drogas en general en la adolescencia con cigarrillo, alcohol y marihuana. Comenzó a usar metanfetamina después de dar a luz a su hija.
Cuenta que la primera vez que usó metanfetamina le gustó. Cuando se volvió más dependiente de esa droga, Jamianne perdió la capacidad de ser madre, y dejó su hija con sus padres, mientras seguía destruyendo su propia vida con las drogas.
Gracias a su segundo embarazo pudo recuperar la sobriedad, pero recayó cuando el padre de la niña la abandonó.
Para poder seguir adelante, se mudó a Tucson llevándose a su hija más joven para allá, reuniéndose con sus padres y su hija más vieja, pero lamentablemente no pudo dejar la adicción, así que abandonó la familia y envió la hija más joven a vivir con su padre.
Las cosas iban empeorando, pues comenzó a usar crack y a tener una relación sentimental con un traficante de drogas, viviendo con él y cayendo presa durante un operativo policial.
Al cumplir su condena se volvió a relacionar con el padre de su hija más pequeña pero volvió a consumir y traficar drogas.
Vivía con su hija en un garaje sin agua corriente, por lo que el Consejo de Tutela le quitó la custodia a su hija.
Ya sin sus hijas a su lado, Jamianne comenzó a prostituirse y robar para conseguir dinero para poder consumir sustancias ilegales. Ahí fue cuando terminó robando la Biblia: “Leí historias de cómo Dios ayudó a personas como yo.”, recuerda.
Después de leer la Biblia, Jamianne escribió una oración pidiendo ayuda a Dios. Su hermano la llamó para decirle que podría hallar ayuda en “Arizona Teen Challenge” (Desafío Joven de Arizona).
“Fue la primera vez que fui honesta sobre mi vicio con alguien de mi família”, dijo Jamianne.
Fue entonces que en febrero del 2015 se dirigió para el centro de recuperación y su vida cambió por completo.